(Por Ariel Bargach) La candidata a vicepresidenta de Paraguay por la opositora Concertación, Soledad Núñez, que puede convertirse en la primera mujer en llegar a ese puesto por voto popular, admitió que aunque existieron “avances” en el rol de las mujeres en la gestión, aún queda “mucho por hacer en cuanto a la participación en el Gobierno”, por lo que valoró la decisión de la alianza de conformar un gabinete paritario si llega al Ejecutivo.
“Hay tres cuestiones que marcan una diferencia para la Concertación. Uno, poder tener a la primera vicepresidenta mujer. Dos, la paridad en el futuro gobierno. Y tres, la propuesta de paridad en la conformación de listas. Yo siento que se está generando mucho entusiasmo en las mujeres; lo siento en el día a día, en lo cotidiano y en mis recorridas”, remarcó Núñez en declaraciones a Télam.
La exjueza de la Corte Suprema Alicia Pucheta ocupó la vicepresidencia de Paraguay en 2018, pero fue elegida por el Congreso ante la renuncia del entonces vice Juan Afara, que buscaba una bancada de senador. En 2008, además, la exministra Blanca Ovelar perdió como candidata del Partido Colorado las elecciones ante el exobispo Fernando Lugo.
Por eso, la chance de Núñez de llegar a un cargo en un país de fuerte tradición machista, al que ninguna mujer accedió por voto popular, fue especialmente resaltada el último domingo en el acto “Mujeres por el cambio” que la candidata encabezó en la asunceña Plaza de la República.
Además, anunció que si la Concertación es gobierno, Paraguay volverá a la Unasur y se pronunció en favor de que los países del Mercosur busquen acuerdos en bloque y no individualmente.
Ingeniera civil, de 40 años, nieta de un veterano de la Guerra del Chaco, exfuncionaria de Vivienda y Hábitat, Núñez amagó con buscar la presidencia hasta que cerró una alianza con Efraín Alegre, a quien escolta ahora en la fórmula. Analistas y encuestadores consideran que puede sumar votos independientes.
Télam: ¿Cómo enfrenta la chance de ocupar un lugar que nunca tuvo una mujer por medio del voto, en un país de fuerte tradición machista?
Soldad Núñez: Va a ser un hecho histórico ser elegida la primera vicepresidenta mujer. Hay un proceso por supuesto todavía por llevar adelante en cuanto a la igualdad en la participación política de los hombres y mujeres, pero existieron avances. Por ejemplo, dentro del Partido Liberal, que aprobó la conformación de listas 50 y 50% hombres y mujeres. Otros avances son por supuesto en materia de derechos, en participación en espacios públicos, marchas…
Pero queda mucho por hacer en cuanto a la participación en el gobierno. Hay que señalar que la Concertación propone por primera vez en la historia también un gabinete paritario, lo que ya se vio con los primeros nombres designados. Y se dijo que este va a ser el camino. En tercer lugar, algo que la Concertación propone es un lugar central de las mujeres en las políticas públicas. Así que estas tres cuestiones marcan una diferencia. Yo siento que se está generando mucho entusiasmo en las mujeres; lo siento en el día a día, en lo cotidiano y en mis recorridas. Y eso va a servir de impulso para superar las barreras culturales, sobre todo en lo que respecta a participación todavía.
T.: Y fuera de esa cuestión, ¿por qué otras razones los paraguayos deberían votar a la Concertación?
SN: Porque es el único proyecto sólido con posibilidades de generar un cambio real en la política y mejorar las condiciones de vida en el país. Los paraguayos merecemos una realidad mejor. La alternancia es una condición necesaria e indispensable para el funcionamiento de una democracia saludable, y en Paraguay no hemos sido capaces de sostenerla. El Partido Colorado controla el Estado desde 1948. Lo hizo con gobiernos autoritarios, y desde la transición a la democracia en 1989 lo hizo gracias al clientelismo, la corrupción y el control de la justicia.
Solo hubo una experiencia de alternancia parcial (2008-2012) que no pudo concluir. Necesitamos una alternancia exitosa para cambiar la orientación del Estado y separarlo del control predominante de los colorados. Enfrentamos además a un partido con altos dirigentes, incluyendo al expresidente del país Horacio Cartes, con sanciones internacionales por vínculos con el crimen organizado, lavado de dinero y corrupción. Estas sanciones ponen al Paraguay en camino de ser un Estado paria en el orden internacional, si no resuelve sus problemas internos en el ámbito de su propia justicia. La Concertación es la única alternativa hacia mayor institucionalidad, garantías de inversión y preocupación por la expansión de una mayor calidad de vida para la población.
-T.: Hubo intentos de una unidad mayor y no se logró. ¿Es sólida esta alianza? ¿Alcanzará esa solidez para gobernar?
-SN: La Concertación Nacional representa a 40 partidos y organizaciones que lo conforman, a la que se adhirieron más de 150 organizaciones sociales y populares. Es un espacio que está más allá de los colores y partidos.
Comparando con las elecciones de 2018, la Concertación supera el arco de alianzas, incluyendo a partidos y movimientos de todo el espectro ideológico, que buscan avanzar con un cambio sólido en el país. Es el único proyecto con chances serias de ganar.
T: Los casi 70 años de gobierno de los colorados son también, de alguna manera, su fortaleza, por la estructura que manejan. ¿Es posible el triunfo contra esa maquinaria?
SN: La Concertación cuenta con la fortaleza de representar a grandes líderes históricos que con su valentía, coraje y ética nos inspiraron a tomar esta lucha. Nuestra principal fortaleza y la que nos da la esperanza de derrotar la estructura mafiosa instalada en nuestro Estado es la ciudadanía. En las calles reina el hartazgo de los hombres y mujeres decentes hacia el modelo político actual. El apoyo de la ciudadanía es una fuerza única y trasciende cualquier intento de desinformación que se pueda ver del otro lado. Se sabe que la Concertación es el único espacio político que brinda una oportunidad de ser escuchados y de participar.
T: ¿Dónde habría que poner el trabajo inicial, digamos en los primeros meses, en un eventual gobierno de la Concertación?
SN: En el combate a la mafia y la corrupción y sus tentáculos en las instituciones; en el desarrollo económico con inclusión, y la agenda para saldar la deuda social, especialmente en el área de salud, pobreza y educación.
T: En la Concertación conviven expresiones muy distintas. ¿No habrá choques de posturas si les toca el gobierno?
SN: Aprendimos a cuidar la unidad y la consideramos un valor supremo, manteniendo la diversidad. El mayor logro fue haber unido a una gran diversidad política, ya que nuestra unión nos hace más fuertes y mejores. No negamos que existen posturas distintas, pero hemos aprendido a combinar estas diferencias con tolerancia. Sin duda se trata de eso: de construir a partir del diálogo. Puede haber diferentes miradas, pero existe un objetivo común que es el bienestar de cada paraguaya y paraguayo.
T: Argentina y Brasil anunciaron el retorno a la Unasur. ¿Un Gobierno de la Concertación también volvería al bloque?
SN: El Gobierno de la Concertación volverá a Unasur y participará en todas las instancias de integración latinoamericana, a la luz de los cambios de la situación económica, social y política de la última década. El Paraguay planteará una agenda de prioridades y reformas orientadas a la reactivación de una Unasur que responda efectivamente a la necesidad de todos sus integrantes, especialmente los países más pequeños.
T: ¿Qué mirada tienen del Mercosur, cruzado últimamente por algunas diferencias con Uruguay?
SN:: La posición de Paraguay es que debe respetarse la institucionalidad y normativas del Mercosur y que los acuerdos de libre comercio deben negociarse como bloque y no individualmente.