(Por Damián Juárez) – La escalada verbal entre los dos precandidatos presidenciales de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, volvió a tensarse esta semana, mientras ambos postulantes viajarán mañana a Chubut para acompañar al candidato del espacio a la gobernación a la espera de un triunfo de la coalición opositora en la última elección provincial antes de las PASO.
A dos semanas de las primarias del 13 de agosto, la que pasó fue una semana marcada por el intento de Larreta de diferenciarse de Bullrich.
En primer término salió a cuestionarla por la propuesta hecha por la exministra de Seguridad de establecer un “blindaje” en la economía en caso de llegar a la Casa Rosada, para lo cual dijo que sus asesores económicos están negociando un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
El jefe de Gobierno porteño aprovechó la oportunidad para recordar que ese tipo de solución ya fue implementada por Fernando de la Rúa y fracasó.
El blindaje de De La Rúa implicó un pedido de 7.400 millones de dólares el FMI, a pesar de lo cual el Gobierno de entonces, del cual Bullrich fue ministra, tuvo que dejar el poder anticipadamente, en diciembre de 2001, en medio de una fuerte crisis económica y social.
Tras cuestionar esta propuesta económica de Bullrich, a las 24 horas Larreta apuntó a una de las principales consignas de campaña de su adversaria, aquella focalizada en la frase “si no es todo, es nada”.
“Hay que multiplicar el esfuerzo. Nuestro mensaje no es ‘todo o nada’. Yo creo en escuchar antes que hablar. Y ese mensaje está entrando”, afirmó el alcalde porteño.
Agregó que la “Argentina no se arregla a las trompadas” e instó a sus seguidores a “no pelearse con nadie” porque, dijo, “la única forma de ganarle al kirchnerismo es si estamos unidos”.
En este contexto, Larreta se anotó un triunfo político al lograr que todo el radicalismo se encolumne detrás de su candidatura.
Larreta ya tenía el respaldo del sector de Gerardo Morales, mayoritario en la UCR, aunque ahora sumó también el apoyo del sector partidario llamado Evolución, que tiene como principal referente nacional al senador nacional Martín Lousteau y a Rodrigo de Loredo como titular de su bloque en Diputados.
Lousteau aseguró que votará por Larreta en las PASO, aunque dijo que tiene buena relación con Bullrich y que la acompañará en caso de que salga ganadora de la interna.
Si bien tanto Larreta como Bullrich afirmaban tener buena relación con De Loredo -de hecho ambos estuvieron en su búnker el domingo pasado, cuando perdió la intendencia de Córdoba- el anuncio de esta semana termina de decantar el respaldo hacia Larreta de este espacio del radicalismo.
El jefe de Gobierno porteño agradecerá el respaldo proveniente de Córdoba en la primera semana de agosto, cuando viaje a la provincia para hacer campaña en los últimos días de proselitismo antes de las elecciones.
Por estas horas, se aguarda otra foto política luego de una semana intensa entre Bullrich y Larreta cuando ambos se encuentren este domingo en Chubut, donde se elige gobernador.
Allí hay un final abierto entre el peronista Juan Pablo Luque e Ignacio Torres, de Juntos por el Cambio.
La oposición espera poder recuperarse de la derrota el fin de semana en la intendencia de la capital cordobesa, aunque los números previos marchan una paridad entre ambos postulantes a la gobernación chubutense.
Si bien el distrito no tiene una fuerte incidencia en el total de los votos nacionales -apenas supera el 1 por ciento de los votos totales- Juntos por el Cambio ansía por una foto triunfante, la última que podría tener antes de las PASO.